miércoles, 18 de septiembre de 2013

Observaciones del grupo Paz y Bien a  unos docentes universitarios de diversos centros educativos.





La educación superior se genera y se despliega en el contexto de la sociedad y  es parte básica de la cultura y el progreso de los pueblos. Como todo  dispositivo cultural y científico debe estar en continuo proceso de  transformación porque también lo está la sociedad de la que toma sus elementos y a la que vierten sus resultados. Pero, al mismo tiempo, los cambios  requieren un cuidadoso proceso de reflexión, análisis crítico y prudencia  política. Porque no se improvisa una universidad y menos aún un sistema de  formación superior, donde se recrea, reproduce y comparte la cultura y la  ciencia más elaborada de la comunidad social. Actuar como si fuera posible  cambiarlo todo sólo sería indicador de temeridad.  La Universidad es un sistema social que contiene en su interior claves  imprescindibles para el desarrollo porque es el escenario del pensamiento  crítico, la ciencia y la cultura que, acumuladas a lo largo de años y  generaciones, están disponibles para convertirse en motor de progreso,  bienestar y justicia social.
Las participantes de nuestro grupo  observamos diferentes estilos y métodos de impartir docencia, en variadas altas casas de estudios, en donde se evidencian en algunos casos  la baja innovación de recursos tecnológicos, involucrando a los discentes en el desarrollo del proceso de aprendizaje.
Algunos maestro estaban adecuadamente vestidos, otros no, denotando debilidad en ese aspecto de su personalidad y rol en la sociedad. El uso de los momentos se dieron en algunos casos y en otros no; la mezcla de los diferentes modelos de aprendizaje hicieron su despliegue en las aulas, de acuerdo al tema que el docente iba a trabajar. Los estudiantes estaban trabajando en grupos, colaborando entre todos, con las aclaraciones de lugar por parte de los maestros, tratando de adquirir un aprendizaje significativo. En algunos maestros se notaba que lo único que querían era dar el tema sin importar las interrogantes de los alumnos.
 El sistema didáctico no se debe orientar sólo a transmitir  conocimientos, sino a provocar aprendizaje relevante, lo que requiere  implicar activamente al estudiante en procesos de estudio, reflexión,  aplicación y comunicación del conocimiento y exige estimular la metacognición, su capacidad para comprender y gobernar su propio y  singular proceso de aprender y de aprender a aprender.  La clave para provocar la motivación y para garantizar la permanencia y  transferencia de lo aprendido es la aplicación del conocimiento a los  problemas de la vida cotidiana en cada ámbito del saber.
La cooperación entre iguales es una estrategia didáctica de primer  orden, tanto para motivar y evitar el sentimiento de soledad, como para  estimular el contraste, la duda y la argumentación, que son  características esenciales del desarrollo intelectual relativamente  autónomo y claves en el desarrollo del conocimiento científico y para  aprender a aprender; lo que incide decisivamente en el desarrollo de  competencias generales para el ejercicio profesional.  Para el desarrollo satisfactorio del aprendizaje relevante, es  fundamental crear un espacio presencial o virtual de comunicación ágil y  respetuosa que favorezca la confianza y el interés por la interacción y  el contraste académico.

En nuestro país se ha mejorado un poco el sistema educativo a nivel superior, pero es bastante lo que nos falta por mejorar y cambiar.

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